2 de diciembre de 2024

Atelopus colomai, es el nombre de la nueva especie de sapo arlequín descrita por investigadores de varias instituciones nacionales y extranjeras, entre ellas el Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), y que  ha sido registrada  en algunas  localidades de las provincias de Orellana y Pastaza, todas situadas entre el río Napo y el río Pastaza.

A esta especie se la puede encontrar en bosques lluviosos de tierras bajas, muy cerca de arroyos y ríos de aguas claras de movimiento lento. Los investigadores  escucharon a los machos adultos cantar a lo largo  del día con un pico de actividad después de las lluvias, en la mañana y al final de la tarde.  Se encontraron machos posados ​​en posiciones elevadas como ramas, árboles caídos y rocas en el sotobosque inferior hasta 1,5 m sobre el suelo durante el día. Por la noche, los machos estaban inactivos, descansando sobre hojas hasta 2 m sobre el suelo.

Asimismo, se encontraron hembras solo de noche, durmiendo sobre hojas o en axilas de bromelias a 1-5 m sobre el suelo. En la localidad tipo, se observaron parejas de amplexantes en marzo, abril, julio-octubre y diciembre. Se recolectaron renacuajos en julio  y se observaron metamorfosis en septiembre, lo que sugiere que la reproducción puede tener lugar durante todo el año.

De acuerdo a los investigadores, Amadeus Plewnia,  Andrea Terán-Valdez, Jaime Culebras, Renaud Boistel, Daniel J. Paluh, Amanda B. Quezada, Christopher H. Heine, Juan P. Reyes-Puig, David Salazar-Valenzuela, Juan Manuel Guayasamin y Stefan Lötters, la nueva especie está categorizada En Peligro según los criterios de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, ya que (1) se sabe que persiste solo en seis localidades definidas como amenazadas, (2) todas las cuales están severamente fragmentadas y (3) todas están amenazadas por la deforestación, la agricultura, la construcción de carreteras y la contaminación en curso.

Atelopus colomai tiene dorso negro con pocos círculos, puntos o líneas asimétricas de color verde amarillento; dorsolateralmente reticulación verde amarillento similar a espuma, formando una banda desde arriba del ojo hasta la ingle con numerosas marcas redondeadas negras; labios bordeados por una línea negra delgada; lateralmente una banda negra desde la punta del hocico casi hasta la ingle; ventrolateralmente transición de reticulación verde amarillento con numerosos puntos negros a garganta y vientre crema unicolor; entre otras características.

Atelopus colomai  lleva su nombre en homenaje a Luis A. Coloma, quien ha contribuido de manera continua al estudio y protección de los sapos arlequín durante décadas, y su descripción se lo realizó desde un enfoque taxonómico integrativo utilizando información molecular, morfológica, bioacústica y larval.

En las últimas cuatro décadas, los sapos arlequín, Atelopus han sufrido descensos sin precedentes y posibles extinciones, y su estado de conservación no ha mejorado desde entonces.  Como resultado, suelen considerarse el ejemplo más representativo de los precipitados descensos globales de los anfibios, comúnmente enmarcados como la crisis de los anfibios.

Con más de 100 especies, muchas de las cuales permanecen sin describir, los sapos arlequín se consideran el género de bufónidos más rico.  La alta plasticidad intraespecífica, junto con la diversidad críptica, ha impedido hasta ahora una comprensión exhaustiva de la sistemática de los sapos arlequín, en particular con respecto a las formas de la cuenca del Amazonas.

Los investigadores que desarrollaron el estudio pertenecen a: Trier University,   Fundación Jambatu, Photo Wildlife Tours, Fundación Cóndor Andino,  Département Adaptations du Vivant, University of Dayton,  Fundación Ecominga,  Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO), La Sapada Equipo Herpetológico,  Universidad Indoamérica y Universidad San Francisco de Quito USFQ.

La investigación está disponible aquí: https://www.researchgate.net/publication/385849022_A_new_species_of_harlequin_toad_Bufonidae_Atelopus_from_Amazonian_Ecuador

El INABIO es una institución que busca generar conocimiento y desarrollar ciencia, tecnología e innovación que requiere el Estado ecuatoriano para garantizar la conservación de su patrimonio natural mediante el uso soberano, estratégico y sustentable de la biodiversidad y sus componentes. De maneras sinérgica, el fortalecimiento de programas y proyectos de investigación, junto a instituciones académicas nacionales e internacionales, permiten alcanzar objetivos estratégicos detallados en la Agenda Nacional de Biodiversidad de Ecuador.

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