Ocho pájaros brujo nacieron en la Isla Santa Cruz
Boletín N° 464
07 de diciembre de 2021
En el área Los Gemelos, parte alta de la Isla Santa Cruz, fueron incorporados a la dinámica poblacional, ocho pájaros brujo (Pyrocephalus nanus) que eclosionaron durante el año 2021. Estas acciones de conservación se desarrollan en el marco del Programa de Manejo Experimental que ejecuta la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) y la Fundación Charles Darwin (FCD).
La especie clasificada como vulnerable, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se ha visto reducida en las diferentes islas en las que habita. En Santa Cruz, se estiman 30 parejas, por lo que estas ocho aves representan un avance significativo para evitar su total extinción.
Danny Rueda, director del Parque Nacional Galápagos, señaló que “el nacimiento de esta aves son el resultado de procesos científicos alentadores, por lo que planificamos ampliar la zona de intervención y lograr el aumento del tamaño poblacional del pájaro brujo en la próxima temporada”.
David Anchundia, científico del Proyecto, destacó que “en el año 2020, estas intervenciones dieron como resultado la incorporación de al menos seis volantones a la población -no pudimos visitar los nidos restantes debido a las restricciones de cierre por la pandemia de COVID-19. Este año, ocho aves salieron de los nidos; el mayor número desde que empezamos a monitorear en 2017. Se trata de una buena noticia, ya que cada ave le da más esperanza de mantener viva esta población extremadamente pequeña”.
El nacimiento de esta especie representa un desafío para los programas de conservación, considerando que su hábitat se ve afectado por la presencia de la mosca parásita (Philornis downsi) que depreda los pichones y, por la mora introducida, cuyos matorrales impiden que las aves adultas alcancen el suelo para obtener suficiente alimento para los polluelos y cubrir sus propias necesidades, por lo que abandonan los nidos.
El proyecto experimental, que inició en el 2018 y ejecutado por la DPNG, FCD y Universidad de Viena, quienes aplicaron insecticidas de bajo impacto en la base de los nidos para reducir el número de larvas de la mosca parásita; asimismo, eliminaron la mora de la zona intervenida, controlaron roedores y recuperaron el bosque de Scalesia pedunculata, hábitat natural del pájaro brujo y proteger las condiciones para la reproducción de estas aves.
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