Monitoreo Biológico: un mundo de conocimiento y responsabilidades compartidas
Durante la XI Conferencia de las Partes (COP 11 Ec), el Ministerio del Ambiente (MAE) de Ecuador organizó el evento un paralelo denominado “Especies migratorias: del monitoreo a la política pública”, en el que participaron delegados de organismos internacionales y estatales.
La apertura del encuentro fue precedida por Francisco Prieto, Subsecretario de Patrimonio Natural, quien explicó que el objetivo del evento es entender el monitoreo biológico como la herramienta fundamental para generar políticas públicas para la conservación de ecosistemas.
Como parte de las ponencias, se presentaron cuatro casos concretos en los que el monitoreo biológico le ha permitido al país, desarrollar medidas de manejo y planes de acción para la protección de las especies migratorias.
A través del Proyecto Vida Silvestre del MAE, PNUD y GEF, por primera vez en el país se está realizando monitoreo a gran escala de 18 especies. Asimismo, en varias áreas protegidas marino costeras como Pacoche, Galera San Francisco, Machalilla, Puntilla Santa Elena, se trabaja conjuntamente en medidas de manejo para la conservación de tortugas marinas.
Es por tal motivo que Ecuador compartió la experiencia de más de 17 años en el monitoreo de ballenas jorobadas y la labor de seguimiento que desarrolla la Subsecretaría Marino Costera de aves migratorias, específicamente de albatros y petreles.
El encuentro fue altamente participativo, en el que además se identificaron los compromisos y responsabilidades que deben asumir todas las naciones que albergan a las especies migratorias durante su recorrido. “Cada país debe generar políticas públicas que aporten en la protección de la biodiversidad, a través de la ejecución de un trabajo articulado, optimización de recursos y concienciación social, en beneficio de la conservación de especies migratorias”, señaló Cristina Castro, especialista en el monitoreo de ballenas.
El proceso de monitoreo biológico permite conocer de forma integral a las especies, sus hábitat, costumbres y ciclos reproductivos. También permite detectar cambios en las variables de interés de la investigación, evaluar las acciones y tomar las decisiones oportunas de manejo y conservación.
Este sistema facilita la identificación de las amenazas y genera acciones de impacto para la rehabilitación y protección de las especies, actividad que se fortalece mediante procesos de capacitación y generación de capacidades a actores locales y, fundamentalmente a través de la comunicación y educación ambiental.
Entre sus beneficios más directos se puede señalar la articulación de una serie de instituciones y organismos involucrados en las políticas de conservación de las especies migratorias, fomenta reglas de conducta, impulsa la creación de nuevas áreas protegidas y promueve procesos de sostenibilidad financiera para las comunidades a través del turismo.
Ecuador busca de esta forma fomentar el desarrollo de políticas públicas y mecanismos de conservación para que más países impulsen la aplicación de medidas de monitoreo e investigación local que puede ser útil para la aplicación de mecanismos mundiales de protección.