Monitorean sitios para determinar presencia de hormigas introducidas

En un proceso que ha tomados varios meses, los guardaparques de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG) del Ministerio de Ambiente lograron monitorear la presencia de hormigas de fuego en las islas Marchena, Rábida, Baltra, Seymour Norte, Plazas y los islotes Cousing, Bendbrige, Sombrero Chino y Mao.
Este monitoreo permitirá delimitar e identificar qué especie hormiga introducida -de las 4 existentes- se presenta en cada isla y su expansión territorial a fin de para implementar medidas de manejo acorde a cada situación. Al momento se está realizando el análisis de los datos y muestras tomadas.
En los próximos días se continuará con los sitios Garnerd, Las Marielas, Playa Tortuga Negra, Punta Espinoza, Punta Mangle y Copiano, al este del archipiélago.
La metodología implementada por la DPNG y desarrollada junto a la Fundación Charles Darwin, consiste en dividir el sitio a monitorear en transeptos de 200 metros de separación uno de otro, por los que recorren los guardaparques colocando un palillo con mantequilla de maní como cebo atrayente, cada 50 metros. Luego de una hora, los guardaparques recogen los cebos, toman muestras de las hormigas encontradas y registran con GPS el punto del hallazgo.
Las hormigas de fuego introducidas en Galápagos son de la especie Solenopsis geminata, wasmania auropuntcata, monimorium destructor, y la pheidole megacephala, algunas registradas en el archipiélago desde 1960 y las cuales afectan los ecosistemas de Galápagos, depredando los huevos y pichones de los reptiles y aves endémicas de las islas.
Control en sitios de anidación
Los guardaparques también realizaron control de hormigas de fuego en los sitios El Fatal, La Torta y Cerro Gallina, zonas de anidación de tortugas gigantes en la isla Santa Cruz.
Para el control, la DPNG utiliza un producto específico para hormigas de fuego, el cual es recolectado por las obreras y trasladado hasta el interior del nido, en donde con la ayuda de los azúcares producidos por la reina, se alimenta toda la colonia, por lo que se garantiza la efectividad del proceso.
Los trabajos de monitoreo y control de hormigas se realiza tres veces al año, en las zonas categorizadas como prioritarias por su alto valor ecológico y por existir en estos sitios colonias de anidación de especies nativas y endémicas de Galápagos.