MAE toma acciones respecto a la introducción de langosta de río en Laguna de Yahuarcocha

El Ministerio del Ambiente (MAE), luego de reunirse el pasado 22 de noviembre de 2013, con otras instituciones públicas para plantear soluciones a corto, mediano y largo plazo respecto a la introducción del camarón de río o langosta de río, en la Laguna de Yahuarcocha, realizó un acuerdo que contemplaba una serie de estudios para determinar el estado de salud de la especie e identificar si es o no apta para el consumo humano.
Luego de los análisis microbiológicos en la musculatura de la langosta de río, se determinó la presencia de Aeromonas spp, bacterias que pueden generar enfermedades en el ser humano. Asimismo, en los análisis químicos de metales pesados para mercurio, cadmio y plomo se expusieron parámetros dentro de los rangos permisibles según la referencia normativa INEN 472. Sin embargo, hay que resaltar que las concentraciones de plomo fueron las más altas, en comparación al nivel máximo permisible de estos metales analizados.
Por este motivo, el MAE ha ejecutado jornadas de capacitación y sensibilización con toda la población del sector, con el fin de evitar que consuman esta especie y si lo hacen que sea moderadamente y con un tiempo de cocción mayor, que permita eliminar los posibles contaminantes.
De la misma forma, la Dirección Provincial del Ambiente de Imbabura realiza constantes controles y monitoreos en coordinación con la Unidad de Protección del Medio Ambiente de la Policía Nacional (UPMA), con el fin de impedir la pesca de este espécimen. Gracias a estas acciones conjuntas la captura ha disminuido casi por completo.
Efectos de la introducción de especies invasoras
La introducción de especies invasoras genera cambios en las comunidades de animales y plantas nativas, y puede causar impactos severos en las poblaciones de camarones de río nativos, a través de la transmisión de enfermedades.
Entre los efectos más nocivos están la reducción de la diversidad, alteración de la calidad de agua y características del sedimento y acumulación de metales pesados. Además, puede dañar los sistemas de riego agrícola, impacta la industria de la pesca, y reduce las poblaciones de invertebrados, moluscos y anfibios.
Debido a que esta especie es muy adaptable a condiciones no favorables (bajas de oxígeno, mala calidad de agua, fluctuaciones de temperatura), se debe actuar de manera rápida para controlar su propagación, más aún si es altamente reproductiva.
El MAE, como principal Autoridad Ambiental, velará principalmente por el bienestar de la población, así también, por la flora y fauna de la zona, propiciando su conservación sobre el de las especies introducidas.