MAE conserva Reserva Ecológica Los Ilinizas, tesoro natural de los Andes ecuatorianos
Por sus especiales características, la Reserva Ecológica Los Ilinizas constituye uno de los principales sitios para la conservación de la biodiversidad en Ecuador, pues alberga un sin número de especies, debido a sus múltiples climas y formaciones vegetales, que abarcan desde bosques tropicales, hasta páramos andinos. Su altitud va desde los 800 msnm hasta los 5 263 en la cumbre más alta, ésta variación la convierte en uno de los ecosistemas más ricos del Ecuador.
La Reserva Ecológica Los Ilinizas fue creada el 11 de diciembre de 1996 y tiene una extensión de 149 900 hectáreas, distribuidas en las provincias de Cotopaxi, Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas.
¿Cómo llegar?
El ingreso a Los Ilinizas es desde la carretera Panamericana por el puente de Jambelí, a 11 kilómetros, pasando por el poblado de Sigchos. La entrada es gratuita y cuenta con varias actividades de recreación como montañismo, camping, observación de aves, entre otras.
Para llegar al primer refugio del área protegida se debe ingresar al parqueadero La Virgen (3 950 msnm) que está a 2 kilómetros de la guardianía y donde existe una zona de camping para cerca de 50 personas. Allí, la vegetación de páramo andino es abundante y el viento es extremadamente frío.
Rodrigo Toapanta, técnico del Ministerio en la Reserva, informa que entre los atractivos de este tesoro natural de los Andes ecuatorianos están el Cerro Corazón, ubicado en las parroquias de Aloag y el Chaupi, los nevados Los Ilinizas, en los que se practica andinismo; y un atractivo nuevo que se está promocionando, las Termas de Cunugyacu, que son aguas tibias y cristalinas que se encuentran en las faldas del Iliniza Sur. Por su parte, el Quilotoa se encuentra en la parte centro de la reserva y es un pequeño apéndice dentro del área protegida.
Laguna del Quilotoa
La Laguna del Quilotoa, ubicada al sur de la ciudad de Latacunga -a tres horas y media de Quito-, posee una belleza paisajística inigualable. El color verde azulado de sus aguas, su particular forma redondeada y la tranquilidad que se respira en la zona, son algunas de las características que atraen a alrededor de 200 turistas al mes.
Paula Pelozo, turista argentina, que visitó la Reserva, comentó que en su país varios amigos le recomendaron visitar el Quilotoa. «Vine a recorrer todo Ecuador y uno de los lugares que me recomendaron es éste. El lago es hermoso, la gente es muy hospitalaria y me gustan las actividades que hay. Lo principal para mí es concienciar a la gente para que cuiden las reservas naturales y a partir de eso promover el turismo desde la gente»
Desde el mirador -situado al interior de la reserva- con una altura de 4 000 msnm, se puede divisar un gran cráter lleno de agua, que tiene un diámetro de aproximadamente 3 kilómetros y una profundidad promedio de 250 metros. La laguna en forma de caldera es el resultado de una erupción volcánica suscitada hace cientos de años.
«Lo que me llamó la atención de la Laguna del Quilotoa fue su espectacular vista y la naturaleza que rodea al cráter. Me gustó bastante el clima. El sol de la mañana es espectacular», aseguró Anthony Naranjo, turista nacional.
El trayecto del mirador a la laguna toma cerca de 45 minutos, pues son alrededor de 2 kilómetros y medio, de un camino lleno de curvas, polvo y rodeado de vegetación. El mantenimiento del sedero lo realiza la comunidad con el apoyo del MAE.
Dentro del cráter, se puede contemplar la magnificencia de la laguna y el hermoso color de sus aguas. Jhonny Andino, guardaparque de la Reserva Ecológica Los Ilinizas, mencionó que en esta zona existe poca vegetación, debido al relieve propio del sector. «Pero en cuanto a fauna, en los alrededores encontramos a lobos de páramo, zorrillos y cervicabras; y respecto a avifauna hay torcazas, quindes y quilicos».
En el área existen varios lugares para acampar, una pequeña cabaña que provee a los turistas de agua, gaseosas y snacks. Además, se brinda servicio de kayak para navegar por la laguna y de transporte a caballos o mulas para el ascenso.
«Gracias al Ministerio del Ambiente que donó los kayaks, hoy trabajamos con eso y tenemos una organización grande, en la que participamos varios socios de la comunidad con el apoyo del Gobierno», señaló José Pilataxi, miembro de la comunidad del Quilotoa.
El MAE trabaja conjuntamente con la población en la promoción de un turismo sostenible, en el que los actores y beneficiarios primordiales son los miembros de la comunidad del Quilotoa, con la finalidad de que aprovechen los recursos propios de la zona, pero de manera amigable con el ambiente.
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