Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

El 17 de junio de cada año se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía; que fue designado en 1994 por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Para este año la celebración se centrará en lograr la seguridad alimentaria, a través de sistemas sostenibles a fin de conservar el suelo; para alcanzar este objetivo se trabajará mediante el lema: “No existe tal cosa como un almuerzo gratis. Invierta en suelo saludable”.

Claramente, el mensaje tiende a orientar a las administraciones nacionales tanto públicas como privadas sobre la importancia de invertir en acciones prácticas para la recuperación de los suelos degradados en general, especialmente en aquellas zonas consideradas secas, es decir, tierras áridas, semiáridas y subhúmedas secas, propensas a los procesos de desertificación, debido a causas humanas y naturales, exacerbadas por los efectos negativos del cambio climático global.

Un cambio en el uso de la tierra, apostando por una agricultura más sostenible y que se adapte al cambio climático; sin duda ayudará a precautelar la seguridad alimentaria de ecuatorianas y ecuatorianos y a la sostenibilidad de los servicios que brindan los ecosistemas secos.

La Autoridad Ambiental Nacional para la Lucha contra la Desertificación, Degradación de la Tierra y la Sequía, está presidida por el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), y coordinada a través de la Subsecretaría de Cambio Climático (Acuerdo Ministerial 045). En su calidad de Punto Focal ante la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CNULD), ha desarrollado una serie de iniciativas y acciones para fortalecer la gestión de dicha problemática en nuestro país, entre las que se destaca el proyecto de inversión pública “Gestión Integrada para la Lucha contra la Desertificación, Degradación de la Tierra y Adaptación al cambio Climático GIDDACC”, cuyo propósito es el de contribuir a la gestión del combate contra esta problemática ambiental, a través de la implementación de iniciativas locales de conservación y desarrollo con enfoque de equidad de género e interculturalidad; direccionadas a las provincias más afectadas del país (Loja, El Oro, Manabí, Azuay, Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi y Pichicha).

Como parte de los compromisos asumidos por el Ecuador, como signatario de la CNULD, está la actualización y alineación del Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación (PAND) en relación a la Estrategia Decenal de la CNULD, enfocado en el cambio de la matriz productiva y energética, financiado por el Fondo Mundial Ambiental (GEF por sus siglas en inglés) y administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Las líneas estratégicas de la Estrategia Decenal de la CNULD para el periodo 2008 – 2018 se enmarcan en el desarrollo del PAND, a fin de revertir y prevenir la desertificación y degradación de la tierra como parte de un compromiso mundial; apoyando así a la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental mediante la mitigación de los efectos adversos de la sequía en amplias zonas del país sujetas a este fenómeno climático.

De la misma forma, el país ha asumido otros compromisos e iniciativas de gestión del combate de la DDTS con fondos provenientes del GEF, como por ejemplo el proyecto “Soporte a la toma de decisiones para la integración y la ampliación del Manejo Sostenible de la Tierra (DS-SLM)”, el cual busca contribuir a que se detengan y se reviertan las tendencias actuales mundiales de degradación de las tierras, contribuyendo a la lucha contra la desertificación, la degradación de las tierras y la sequía (DDTS) mediante la ampliación de las prácticas de manejo sostenible de la Tierra (MST), a través del incremento del suministro de bienes y servicios de los ecosistemas y la mejora de la seguridad alimentaria en las zonas afectadas por DDTS.

A esto se suma, el proyecto “Promoción del Manejo Ganadero Climáticamente Inteligente, integrando la reversión de la degradación de tierras y reduciendo los riesgos de desertificación en provincias vulnerables”, que es otra propuesta asumida por esta Cartera de Estado, el cual se implementará a finales del 2015 y cuyo objetivo es el de reducir la degradación de la tierra, incrementar la capacidad de adaptación al cambio climático y de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), mediante la implementación de políticas intersectoriales y técnica de ganadería sostenible, con especial atención en las provincias vulnerables: Manabí, Guayas, Santa Elena, Loja, Imbabura, Napo y Morona Santiago.

A través de estos proyectos, el Ministerio del Ambiente resalta su compromiso en la construcción de políticas encaminadas al Buen Vivir de todos los ecuatorianos. //MH


 

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