Activación turística con kayaks inicia en la Laguna del Quilotoa

El Ministerio del Ambiente (MAE), a través del Proyecto de Sostenibilidad Financiera (PSF), aporta un nuevo modelo de gestión participativo e incluyente en el que las comunidades participen de manera activa en el turismo local.
Cumpliendo este objetivo, esta Cartera de Estado entregó cinco kayacs la mañana del sábado 12 de enero, en la Laguna de Quilotoa (sur-occidente de Latacunga a 15 kilómetros del poblado de Zumbahua) como parte del proyecto “Implementación Turística Piloto del Área Protegida Reserva Ecológica Los Illinizas”.
La activación traerá significativos beneficios a la comunidad de Jataló y permite analizar el impacto que puede tener la introducción kayacs como actividad turística en dicha laguna.
La iniciativa de negocios busca dejar una rentabilidad económica que mejore la calidad de vida de la población y es la primera que involucra a las comunidades en el manejo de las áreas.
Las cinco embarcaciones concedidas con chalecos y remos vinieron a reemplazar a unas antiguas, pero esta vez incluyen derecho de uso y usufructo, procedimientos de seguridad, manejo y apropiamiento.
El acto contó con la presencia de la Subsecretaria del Patrimonio Natural del MAE, Tania Villegas; la Directora Provincial de Cotopaxi; Belén Marín, y la Coordinadora del Proyecto de Sostenibilidad Financiera, Zornitza Aguilar.
Para Aguilar, la implementación turística promulga la ampliación de servicios en búsqueda del beneficio comunitario. “El tema de las Áreas Protegidas y particularmente de la categoría de manejo que tiene la Reserva Ecológica es bastante restrictivo; entonces, lo que queremos es brindar posibilidades a través del trabajo», dijo.
Capacitación a la comunidad
Posterior a la entrega, se llevó a cabo la capacitación de los miembros de la comunidad con el objetivo de concientizar sobre los bienes y servicios autóctonos y el crecimiento de la Reserva basado en la participación comunitaria.
Nicolás Humajinga, administrador de los kayacs, afirmó que el proyecto plasma nuevas esperanzas en su comunidad. «En el Quilotoa vivimos del turismo y estas iniciativas captan el interés de los jóvenes y evitan que migren a las grandes ciudades», comentó.
En este sentido, Nicolás afirma que la comunidad ahora tiene el compromiso de brindar un mejor servicio, cuidar que el recurso esté limpio, que sea atractivo y que la gente se apropie del territorio paisajístico.
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