Guardaparques realizan monitoreo del ecosistema del volcán Sierra Negra

Guardaparques realizan monitoreo del ecosistema del volcán Sierra Negra

Galápagos, 28 de junio de 2018

Freddy Mosquera, guardaparque de la Dirección del Parque Nacional Galápagos, vigila de manera permanente la actividad eruptiva del volcán Sierra Negra. Él está instalado en la caseta de control del sector El Cura, en la parte alta de la isla Isabela, lugar que se mantiene en alerta naranja por las autoridades de la Secretaría de Gestión de Riesgos.

La medida de control fue activada durante la tarde del 26 de junio, cuando empezó el proceso eruptivo del volcán Sierra Negra, que según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional fue precedido por un enjambre sísmico de ocho horas.

Mosquera y dos técnicos del Parque Galápagos recorren diariamente la zona aledaña al volcán para registrar la presencia de nuevos flujos de lava en proceso de enfriamiento y solidificación, la caída de ceniza; así como el olor de los gases y el nivel de actividad.

Sierra Negra tiene uno de los cráteres más grandes del mundo, con un diámetro de aproximadamente 10 kilómetros; su altura alcanza los 1.124 metros sobre el nivel del mar. Las últimas erupciones fueron registradas en los años 1979 y 2005

Además, evalúan los cambios que podrían producirse en el ecosistema de la zona del volcán, debido a que en la laderas inferiores (zona este del volcán) habitan cuatro poblaciones de tortugas gigantes de la especie Chelonoidis guntheri y una población de iguanas terrestres que no se verían afectadas por la erupción, debido a que los flujos de lava de este nuevo proceso están corriendo en el lado noroeste.

La autoridad ambiental mantiene cerrado el acceso al sitio de visita turística volcán Sierra Negra, hasta que las autoridades de riesgos se pronuncien técnicamente sobre la actividad eruptiva y consideren que no representa ningún riesgo para los turistas.

El volcán Sierra Negra, al igual que los demás del archipiélago, tiene pendientes poco inclinadas y son conocidos como volcanes tipo escudo, frecuentemente comparados con un plato de sopa invertido; su contorno se asemeja al escudo de un guerrero romano con suaves pendientes y morfología convexo-ascendente, lo que da el origen al nombre.

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Ministerio del Ambiente