Proyecto de resiliencia frente al Cambio Climático une a Colombia y Ecuador

Imbabura, 4 de mayo de 2018
El cambio climático y sus consecuencias ponen en inminente riesgo la cantidad y calidad de alimentos disponibles para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de las familias, principalmente debido a la cantidad y calidad del agua, la cual es requerida para garantizar la productividad de los cultivos, la cría de animales y sus medios de subsistencia en general.
La sequía, y las variaciones en las épocas de lluvia han disminuido la disponibilidad de agua suficiente para abastecer las necesidades de las personas, los animales y la tierra, incrementando aún más la vulnerabilidad de las familias en zonas rurales, especialmente de las comunidades indígenas Awá y Afrodescendientes localizadas en la zona fronteriza de Colombia y Ecuador, cuyo principal medio de subsistencia es la agricultura.
Es por ello que el Programa Mundial de Alimentos (PMA), el Ministerio del Ambiente de Ecuador (MAE) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia (MADS) unen esfuerzos para desarrollar un Proyecto Binacional denominado “Construyendo capacidades adaptativas al Cambio Climático a través de la seguridad alimentaria y acciones nutricionales en comunidades afro e indígenas en la Zona Fronteriza Colombia – Ecuador”, cuyo objetivo es implementar medidas innovadoras para fortalecer la seguridad alimentaria y nutricional, la construcción de paz y la resiliencia con un enfoque de género en las comunidades Afro y Awá.
A través de este Proyecto Binacional, el PMA y los Gobiernos Nacionales de Colombia y Ecuador ratifican su compromiso en trabajar con las comunidades para erradicar el hambre y salvaguardar el bienestar de las personas
Kyung-nan Park, representante del Programa Mundial de Alimentos en Ecuador, resaltó el trabajo conjunto y coordinado entre los dos Gobiernos, junto a gobiernos locales y las comunidades participantes para “que estén mejor preparadas para reducir las pérdidas y los daños causados por desastres naturales relacionados con el clima”.
Esta experiencia binacional, financiada por el Fondo de Adaptación, es la primera en su clase a nivel regional y tendrá una duración de 5 años, con un costo de 14 millones de dólares, con los que se espera beneficiar a 19 mil personas de 120 comunidades en la zona fronteriza en las provincias de Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos en Ecuador y a los Departamentos de Nariño y Putumayo en Colombia, así como aportar a la conservación y recuperación de tres mil hectáreas de bosque y dos mil hectáreas de manglares amenazados por el cambio climático.
A su vez, Deborah Hines, representante del Programa Mundial de Alimentos en Colombia, enfatizó en el extensivo proceso de participación del que hicieron parte las comunidades en ambos lados de la frontera colombo-ecuatoriana. Este proyecto es “importante para las comunidades que viven en las dos cuencas de influencia del proyecto debido a la alta inseguridad alimentaria, la prevalencia de malnutrición, los impactos del conflicto y el cambio y la variabilidad climática en la zona”.
Mariana Rojas Laserna, directora de Cambio Climático y Gestión del Riesgo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en Colombia, resaltó que este Proyecto Binacional representa una oportunidad para la implementación de la Política Nacional de Cambio Climático en el territorio. “A través de este proyecto se facilita la articulación de los lineamientos técnicos a escala nacional con los intereses y necesidades específicas que tienen las comunidades en el territorio en materia de adaptación al cambio climático y en el contexto de la seguridad alimentaria y nutricional”.
María Victoria Chiriboga, subsecretaria de Cambio Climático del Ministerio del Ambiente de Ecuador, señaló que el objetivo del taller es presentar lo que el Fondo de Adaptación finalmente aprobó, dentro del proyecto que está vinculado a aumentar la capacidad de adaptación de las comunidades, a través de la implementación medidas que les aporten a la seguridad alimentaria y la nutrición familiar con un enfoque de género. “En un principio se realizó un análisis de riesgos climáticos relacionado a la seguridad alimentaria; muchas veces se ha encontrado que los suelos tienen altos niveles de degradación y una falta de recurso hídrico, en ese sentido se generará un plan de adaptación con las comunidades donde se determinará las acciones puntuales que se tiene que implementar. Un ejemplo puede ser que haga falta sistemas de riegos, reservorios, o mejorar las prácticas agrícolas para tener una mejor alimentación. La intervención de este proyecto será en las Cuencas Mira – Mataje y Carchi – Guaitara”, puntualizó.
El inicio oficial del proyecto se da a través de una Reunión Interinstitucional que, durante dos días, congregó a socios estratégicos de ambos países en donde se incluyen gobiernos locales, instituciones nacionales, líderes comunitarios, organismos no gubernamentales y asociaciones Afro y Awá, quienes mediante un trabajo conjunto, procuran, a través del rescate de conocimientos y prácticas tradicionales, fortalecer a las comunidades, instituciones y autoridades locales y generar medidas de adaptación que promueven medios de vida sostenibles y saludables.
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Ministerio del Ambiente