Turismo sostenible, una realidad en Isla Santay

El Área Nacional de Recreación Isla Santay, ubicada a 800 metros de Guayaquil y considerada el pulmón de la ciudad, se ha convertido en un importante sitio turístico, gracias a la diversidad de especies de flora y fauna que posee y a la organización de la comunidad, quienes a partir del apoyo brindado por el Gobierno Nacional y el Ministerio del Ambiente (MAE), trabajan principalmente en turismo sostenible.
Antes, la Isla era un espacio desordenado y olvidado por las autoridades, las casas eran de caña y se encontraban alejadas unas de otras. En invierno las necesidades y los problemas de la comunidad aumentaban, pues el lodo incrementaba, de tal forma, que fácilmente podía llegar a la altura de la cintura, afectando la salud de los habitantes.
“Antes había mucho lodo y mosquitos, vivíamos en casas de caña y separados unos de los otros. Ni siquiera teníamos todos los servicios básicos, pero ahora es diferente, nuestras vidas, las de nuestros hijos y nietos cambiaron”, explica Elsa Rodríguez Zambrano, Presidenta de la Comunidad Guía Nativa y habitante de Isla Santay, desde hace 50 años.
Ahora, ésta área natural luce diferente. La isla con una extensión de 2 174 hectáreas, alberga a alrededor de 245 personas, que fueron beneficiadas con la construcción de la Ecoaldea (que está conformada por 56 viviendas ecológicas), una escuela, la casa comunal y el muelle, entre otras.
Actualmente, se construyen más obras de infraestructura, entre las que destacan un punto médico, una cabaña de guardaparques, una bodega de reciclaje, tres cabañas de hospedaje y un restaurante. Asimismo, el MAE está preparando un terreno amplio para la conformación de la nueva cocodrilera, que será el hogar de los 11 cocodrilos que existen en la isla y que en este momento, se encuentran en un espacio muy reducido y no adecuado para su mantenimiento y cautiverio.
“Este lugar es el propicio para el desarrollo de los animales, se está cuidando mucho el aspecto paisajístico, de tal manera que cuando los turistas visiten Santay no sientan que los animales están encerrados, sino que vean un panorama totalmente natural. La cocodrilera está dividida en tres espacios el corral para hembras, el corral para machos y una laguna que va a tener un pequeño islote, con el fin de incrementar el valor turístico del sendero”, aseguro Juan Chávez, Gerente del Proyecto de Administración Física y Desarrollo del Turismo Sostenible en el Patrimonio Natural del Estado.
Con la infraestructura adecuada, las familias viven dignamente y en armonía con la naturaleza, realizando actividades turísticas y brindando diferentes servicios a los visitantes, a través de la Cooperativa de servicios Las Palmeras de Santay, la que conformaron como una fuente de sustento.
Para ello, el MAE capacitó a la gente en temas de turismo comunitario, con el fin de que aprovechen los recursos de la Isla de una forma sustentable. “La Isla ha avanzado mucho. Yo vivo de la pesca, pero la gente en su mayoría vive del turismo. Aquí hay guías, marineros para los botes y se ha incentivado al turismo”, aseguró Isidro Domínguez.
A partir de la implementación y mejora en la infraestructura del lugar, el área protegida -reconocida como un humedal de importancia internacional, identificado así por la convención RAMSA- acoge a cerca de 5 000 turistas al mes.